La velocidad casi trae fatalidad
a este mal conductor que por querer en una maniobra impertinente pasar al resto
de coches, se estrella de pronto contra un enorme camión y lo más increíble es
que se salva de milagro luego de verse como entra unos segundos en shock.
No hay que jugarse la vida en
plena pista rápida por más habilidoso que te sientas. A veces se causan
accidentes de auto al menor descuido y no siempre le sucede a un conductor con
suerte, sucede que en otras oportunidades la imprudencia cobra muchas víctimas
por culpa de un mal conductor.
Fuente: The fate of a reckless
Fuente: The fate of a reckless